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Obra pública en infraestructuras, política industrial y garantías para el empleo agrario: las bases para impulsar el desarrollo de la “España vaciada”

La lucha contra la despoblación y el abandono del medio rurales una constante en las reivindicaciones de UGT FICA, pues sus consecuencias se dejan sentir fuertemente en los sectores de nuestro ámbito: la Agricultura, la Industria y la Construcción.

Como no puede ser de otra forma, desde UGT FICA nos alineamos con las demandas de la “España vaciada”. Ante el gran déficit de infraestructuras que sufre nuestro país, que agrava endémicamente los problemas de despoblación y abandono del medio rural, queremos trasladar ya al nuevo Gobierno de Pedro Sánchez la importancia de la inversión en obra pública para vertebrar la riqueza territorial, con la perspectiva de facilitar a los ciudadanos y ciudadanas la igualdad de oportunidades y la no discriminación a la hora de desarrollar sus proyectos vitales independientemente del lugar donde vivan.

La “España vaciada” ha sido una de las claves decisivas para abrir camino al PSOE hacia el Gobierno en las pasadas elecciones generales. Tras la multitudinaria manifestación del pasado 31 de marzo en Madrid, los problemas de la despoblación y el abandono del mundo rural en nuestro país entraron con fuerza en la campaña electoral y los grandes partidos les hicieron un hueco en sus programas. La cantidad de escaños que aportan estas provincias también ha sido decisiva, pues se necesitan menos votos para obtener un escaño que en las más habitadas. Como resultado, la España despoblada ha dado la espalda a los años de promesas incumplidas de los Gobiernos del Partido Popular, pues su inoperancia no ha hecho más que agravar el problema.

Ahora, al futuro Gobierno socialista le llega el momento de la verdad para materializar su compromiso con la España vaciada. Un compromiso que, para UGT FICA, ha de tener altura de miras y ser serio en sus planteamientos, con plazos, objetivos y presupuestos claramente definidos. Un compromiso que ha de apostar decididamente por la inversión en obra pública e infraestructuras para fomentar la productividad y reequilibrar el desarrollo territorial al facilitar el asentamiento industrial, el acceso a los servicios públicos y el crecimiento del empleo.

Reclamamos una planificación estratégica en infraestructuras de cara al futuro que se sustente en un esfuerzo inversor constante, tanto para los nuevos proyectos como para mantener los ya existentes. También reivindicamos una Estrategia Integral de Rehabilitación que haga confluir las distintas políticas (urbanísticas, suelo, etc.) e integre la normativa dispersa, tanto a nivel urbano como rural. Estas medidas incidirían directamente en la creación de empleo estable en el sector de la Construcción tanto en la España despoblada como en la de las metrópolis y el litoral. 

La creación de infraestructuras debe ir sólidamente unida a un proceso de reindustrialización que frene la despoblación y a la precariedad laboral estructural en estos territorios, por ello no nos cansaremos nunca de exigir un Pacto de Estado por la Industria. Un acuerdo que recoja políticas dirigidas a impulsar la competitividad y el desarrollo industrial en todos los territorios sin excepción, tales como una política energética estable; medidas en materia de infraestructuras logísticas y de transporte eficiente; apoyo al I+D+i y al desarrollo tecnológico y digital; planes de formación y empleo; y un largo etcétera. En definitiva, una apuesta decidida que genere un mayor volumen de puestos de trabajo estables y de calidad en todo el país.

Por otro lado, otro de los pilares para facilitar el asentamiento de población en zonas rurales sería dignificar las condiciones laborales de los trabajadores y trabajadoras por cuenta ajena del campo español, para que la Agricultura se convierta en un verdadero nicho de empleo digno, y no la bolsa de precariedad, abusos, temporalidad y desempleo que es ahora. Para ello sería necesario articular un Convenio Estatal del Sector Agrario que proteja a todos y cada uno de los trabajadores y trabajadoras, que homogenice las condiciones laborales en todos los territorios y acabe con ciertas prácticas empresariales que se aprovechan de la desprotección de este colectivo.

Todas estas propuestas se apuntalarían con otra batería de medidas(fiscales, de empleo, etc.) encaminadas a favorecer un desarrollo económico equitativo en todas las regiones, y con ello permitir a las personas llevar a cabo su proyecto de vida allá donde decidan. El Gobierno de Sánchez tiene ahora la capacidad de enmendar tantos años de olvido y discriminación de estos territorios y la oportunidad de crear los instrumentos que equilibren el desarrollo económico de todo el país. Se lo debe a buena parte de sus votantes, y para esos menesteres tendrá siempre a UGT FICA dispuesta a arrimar el hombro.

Pedro Luis Hojas Cancho
Secretario General de UGT FICA